El Aprendizaje por Proyectos hace que los alumnos tengan que ser más participativos, tomen las riendas de su aprendizaje y, por consiguiente, su motivación sea mayor.
Trabajar en el aula por proyectos supone escuchar a los niños y niñas, descubrir lo que les interesa y motivarles a partir de lo que ya saben, para llegar a lo que quieren saber.
El papel de las profesoras cambia totalmente con esta metodología. Las docentes se ocupan de plantear los escenarios de aprendizaje adecuados a las capacidades y necesidades de los alumnos y alumnas, de crear situaciones que despierten la curiosidad de los niños y niñas y, de guiarles y orientarles a en la adquisición de conocimientos.
Además, el ABP es una metodología inclusiva que da la oportunidad de identificar los diferentes ritmos de aprendizaje de los niños y niñas, y atender a ello con una propuesta de actividades que abarca varios grados de complejidad.
Otro aspecto muy positivo en el ABP, es la implicación de las familias en el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas ya que participan de forma activa en las actividades del aula con búsqueda de información, creación de elementos, lectura de cuentos y realización de talleres en el aula relacionados con el tema del proyecto una vez al trimestre.